32ª Reunión Anual del Grupo de Trabajo sobre América Latina

Grupo de Trabajo en reunión Inter-American Dialogue / Irene Estefanía

La 32ª reunión del Grupo de Trabajo sobre América Latina (LAWG por sus siglas en inglés) tuvo lugar el 9 de diciembre en Washington, DC. En esta reunión, el grupo prestó especial atención a los disturbios y protestas que se vieron en la región en 2019. La reunión comenzó analizando el descontento social en Chile, el nuevo liderazgo en Argentina y el primer año de gobierno de Bolsonaro. Durante el almuerzo, el grupo discutió la crisis en Venezuela y lo que ha permitido que se consolide el régimen de Nicolás Maduro. Después del almuerzo, el grupo examinó las protestas en Bolivia, Ecuador y Colombia, y los desarrollos más recientes en Perú, México y América Central.

La situación en Chile fue el primer tema de discusión de la agenda del Grupo de Trabajo. La conversación se centró sobre los dos ejes de origen del malestar social: el aspecto económico, con una población que experimenta el deterioró económico del país, y la brecha generacional, con jóvenes que se rebelan en contra de las élites políticas. Piñera, un presidente que cuenta con solo el 5 por ciento de aprobación, ha respondido a esta crisis con una agenda social tímida y propuestas a corto plazo, cuando la población demanda cambios estructurales. Los participantes propusieron diferentes escenarios para el futuro de Chile. Se contempla como posible escenario una salida autoritaria, un próximo gobierno de derecha nacionalista y populista, o una izquierda más pro-estado. Por el momento, la solución mas viable es la redacción de una nueva constitución que luego será votada en un plebiscito.

Como siguiente punto en la agenda, el Grupo de Trabajo analizó la situación política y económica en Argentina. En relación con el mandato de Mauricio Macri, los participantes acreditaron su fracaso a la inexperiencia gobernando, falta de conocimiento de la realidad nacional y la mala gestión económica. Mirando hacia al futuro, Alberto Fernández deberá apoyarse en Cristina Fernández para poder conseguir el control popular. En cuanto a lo económico, se concluyó que Fernández no podrá dinamizar la economía, sobretodo por la falta de condiciones. En materia de política exterior, el nuevo gobierno busca con su canciller alinearse con el Grupo de Puebla y Foro de Sao Paulo, sin dejar de lado el Grupo de Lima. Paralelo a Chile, existe la preocupación de una rebelión popular en caso de una falta de mejora de la situación nacional.

Para Brasil, el próximo reto electoral se plantea en 2020 con elecciones a alcaldías y a otros puestos locales, seguidas de las elecciones presidenciales en 2022. El Grupo de Trabajo estimo un escenario positivo para Bolsonaro. En materia económica, se espera que el país salga de su estado de recesión y crezca un 1.6 por ciento en 2020. En seguridad, la población ha visto una caída del 22 por ciento de homicidios, así como una reducción en robos, asalto a bancos y acoso sexual. Aunque el “bolsonarismo” se ha atribuido esta victoria, los cambios son resultados de políticas creadas por Lula. Respecto a la prensa, el mandatario ha reprimido y censurado a los medios de oposición. A estos factores se suman la fragmentación de la oposición y la alta tasa de rechazo de un 70 por ciento para Lula da Silva, que lo imposibilita para presentarse como candidato en 2022. Finalmente, el Grupo de Trabajo discutió el papel crucial de la iglesia evangélica para movilizar el apoyo a Bolsonaro.

Esta sesión continuó con Venezuela, con un análisis de los cambios que han llevado a una pérdida de liderazgo para Juan Guaidó y la consolidación del régimen de Maduro. Los niveles de rechazo a Guaidó son ahora más altos que sus niveles de aprobación, y esto es reflejado también en un proceso de desmovilización social. Guiadó necesita construir una mayor coalición política. A esto se suma la incomprensión de las fuerzas armadas. Además, el régimen de Maduro parece haberse adaptado a las sanciones. Maduro ha obtenido apoyo en el plano internacional con Rusia a su lado, con Cuba como consejero y con China e India para la compra de petróleo venezolano. Un participante estimó que ahora nos vemos en un empate político hasta que haya elecciones parlamentarias en el 2020, lo que conlleva riesgos evidentes y debilidades muy grandes, sobre todo en el tema económico. Otro reto dentro de esta crisis es el aumento del flujo migratorio venezolano. Se estima que 5.000 personas salen a diario de Venezuela y la región no cuenta con la capacidad para brindar atención humanitaria.

El Grupo de Trabajo comentó sobre la crisis sufrida en Bolivia y la agitación social provocada entre el mundo urbano y rural, y entre diferentes grupos raciales. En la salida de Evo Morales se discutieron tres temas que jugaron un papel decisivo: la consulta electoral, los incendios y las elecciones. El fraude confirmado por el informe de la OEA en las elecciones presidenciales fue el último detonante para las protestas, de una magnitud no antes vista en Bolivia. La salida de Morales llevó a muchas renuncias y un vacío de poder. El gobierno interino está ahora más o menos consolidado, formando tribunales electorales y ha conseguido convocar elecciones. La sesión cerró con una conversación sobre los candidatos presidenciales, centrada en Fernando Camacho, cuyos gestos simbólicos han tenido más efecto en los medios que sus palabras, y Carlos Mesa, quien ha perdido popularidad tras la salida de Morales.

Se continuó analizando la situación en Ecuador y el gobierno de Lenin Moreno. Se debatió también el importante papel de los grupos indígenas en la protestas en este país, la presencia de militares y el excesivo uso de fuerza por parte de la policía manejando las protestas. No existe un panorama claro para las siguientes elecciones en 2021.

En Perú, la conversación se centró en el tema de la corrupción y las elecciones de 2020. La gran pregunta de la sesión fue el por qué en Perú no se han visto protestas cuando existen condiciones parecidas a otros países de la región. Entre las razones se encuentran: la desesperanza política de los peruanos y desconfianza en el Estado, la prevalencia de objetivos familiares sobre objetivos individuales de los ciudadanos, y que la economía informal en Perú ocupa al 75 por ciento de la población, lo que conlleva a un día sin salario si uno sale a protestar.

Colombia también es un país afectado por las protestas. En este caso, el proceso de paz se identificó como el origen de la ruptura del consenso político. Debido a la falta de respuesta del gobierno ante las protestas, el país sufrió $3 millones en daños y también de mucho pánico en las redes sociales. Dentro de estas protestas, también se discutieron los escenarios de intervención internacional, especialmente de Venezuela, y el índice de aprobación del mandatario Iván Duque.

Con respecto a México, la conversación se centró en los temas de migración y seguridad. Debido a la iniciativa de AMLO en la frontera sur, se ha creado un problema de migración en ambas fronteras del país. Como resultado de la negociación con Estados Unidos se creó el programa “Remain in Mexico”. Se recalcó en la reunión que una mejor colaboración con Estados Unidos es imperativa para presentar iniciativas que disminuyan la violencia y aborden temas migratorios.

Honduras sigue siendo un narcoestado con una infraestructura muy débil. El grupo se preguntó por qué existe esta insistencia de Estados Unidos en mantener a Hernández, a lo que un participante respondió que EE.UU. quiere “asegurarse de que gente como Zelaya no vuelva al poder”. Otro planteamiento fue el posible rol de los evangélicos en el país.

En El Salvador, la conversación se centro en la figura de Nayib Bukele. Bukele, sin partido, consiguió ganar al sistema político salvadoreño. Bukele es el rey del marketing y el presidente con más popularidad en América Latina. Su éxito en materias de seguridad pública ha ayudado a su popularidad, ya que en seis meses se ha reducido a la mitad la tasa de homicidios. En materias de política exterior, Bukele ha decidido manejar directamente la relación con Washington. De la misma forma, ha guiado la apertura a China, que ha ofrecido múltiples préstamos.

El último país analizado fue Guatemala. Se trataron temas del sistema democrático nacional, la nueva administración y su relación con países vecinos como El Salvador, Honduras y México. Los temas centrales de la Casa Blanca en este país son la corrupción inducida por los carteles y la migración irregular. Existen fragmentaciones generacionales en la población y una desconfianza en el gobierno central por parte de minorías raciales.

Esta reunión terminó con una serie de preguntas abiertas del Grupo de Trabajo. ¿Existen factores en común detrás de los disturbios en los países latinoamericanos? ¿Qué supondrá la fragmentación e instabilidad política para la integración regional? ¿Es el incremento del populismo inevitable en ambos extremos del espectro político? ¿Por qué la polarización social y política está creciendo en la región? ¿De qué manera los sistemas políticos podrán reganar legitimidad y la confianza de los ciudadanos? ¿Qué puede hacer la región para reavivar el crecimiento económico?

El Diálogo espera poder contar con su colaboración para futuros proyectos explorando estas y muchas de las otras preguntas a las que la región se enfrenta.

Está reunión fue privada y off-the-record. 

PARTICIPANTES 

Carlos Basombrío – ex Ministro del Interior, Perú

Bruno Binetti – Non-Resident Fellow, Inter-American Dialogue

Monica de Bolle – Profesora, Johns Hopkins’ SAIS & Senior Fellow, Peter Institute de Economía Internacional

Fernando Cepeda Ulloa – Politólogo colombiano, Profesor y Diplomático

Carlos Dada – Periodista y Director, El Faro, El Salvador

Lucia Dammert – Profesora Adjunta, Universidad de Santiago de Chile

Rut Diamint – Profesora, Universidad Torcuato Di Tella

Irene Estefanía – Asociada de Programa para Estrategia y Comunicaciones, Diálogo Interamericano

Ariel Fiszbein – Director, Programa de Educación, Diálogo Interamericano

Peter Hakim – Presidente Emérito y Senior Fellow, Diálogo Interamericano

Miriam Kornblith – Directora, Latin América y el Caribe, National Endowment for Democracy

Roberta Jacobson – Asesora Senior, Albright Stonebridge Group

Roberto Laserna – Presidente, Fundación Milenio & Director, CERES

Abraham Lowenthal – Profesor Emérito, University of Southern California

Fernando Molina – Autor y Periodista, Bolivia

César Montúfar – Politólogo y Académico, Ecuador

Margaret Myers – Directora, Programa de Asia y América Latina, Diálogo Interamericano

Manuel Orozco – Director, Programa de Migración, Remesas y Desarrollo, Diálogo Interamericano

Michael Penfold – Profesor, Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA)

Victor Rico – Secretario General, CAF–Banco de Desarollo de Latinoamérica

Andrés Rozental – Miembro, Diálogo Interamericano

Natalia Saltalamacchia – Profesora, Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)

Michael Shifter – Presidente, Diálogo Interamericano

Matías Spektor – Profesor Adjunto de Relaciones Internacionales, Fundação Getúlio Vargas

Eduardo Stein – Diplomático y ex Vice Presidente de Guatemala

Maria Celia Toro – Profesora, Centro de Estudios Internacionales, Colegio de México

Jose Miguel Vivanco – Director, División de las Américas, Human Rights Watch

Denisse Yanovich – Directora, Desarrollo y Relaciones Externas, Diálogo Interamericano

Fotos

32nd Meeting of the Working Group on Latin America

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